Te montan en un carrito con cuatro ruedas y te empujan por los rieles. El trayecto parece lento en un comienzo. Pero luego, cuando se llega a las alturas, se acelera, sobre todo en las bajadas. El miedo… siempre el miedo. Un día te tocan el hombro y te dicen que se acabó… Y te percatas de que te bajas de la Vida y nunca abriste los ojos.