Menaje de vida

Caminaba entre los camellones como un recorte absurdo
como montaje fotográfico en la cortina hirviente del sol
con su melodía de lava luminosa.
Falda recta hasta el tobillo, chaleco grueso y camisa negra
coordinando con el violeta intenso.
Como tiara reluciente una banda en el pelo en la luz artificial de naranja y púrpura de un estrambótico maquillaje. Buscaba desperdicios.
Esquizofrenia simple, definirán los entendidos.
Felicidad completa opinaría el poeta.
Todo cabe en su bolsa plastica, menaje de vida,
sus miserias y tristezas quedaron guardadas
en una circunvolución que ya no funciona.
Toda la ciudad es su cama y abrigo
pertenencia indisputable desde siempre.
Por un instante, nuestras pupilas coinciden
en una aclaración prodigiosa, no hay distancias entre nosotras:
como si fuésemos gemelas separadas al nacer, el dolor coincide como las muelas de los engranes.

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