La mariposa que no sabía volar

Va una mariposa bella


volando de rosa en rosa,


y de una en otra afanosa


corre una niña tras ella.

Una bella mariposa, camina sin saber volar, llevando cerradas sus primorosas alas.

Un gusanito amiguero a quien todos conocen como el increíble Tito, se acerca a y le pregunta (como aquél que sabe pero no quiere saber mas):

-¿Porqué no vuelas bella mariposa Rosa, sino que como yo, te arrastras? Pareces un gusanito con una carga sobre tu espalda.

-Perdona, no es que no quiera hacerlo, simplemente no aprendí a volar y es por eso que camino muy bajito y sobre mi cuerpo llevo esta enorme carga.

-No temas, bella mariposa, que tu amable servidor, el gusano Tito, te ayudará.

Y así ambos caminaron hacia el País de las Mariposas, donde allende reinaba la conocida Reina Morgana.

Llegaron los dos cansados y hambriento cuando sus ojos abrieron al ver tanta belleza volar de flor en flor.

-¿Adonde podemos encontrar a la Grandiosa Reina Morgana?

Preguntóle Tito a un guardia.

-¡Arriba en su Castillo! solo vuelen muy arriba y allí ella les recibirá.

Tristes y cabizbajos los amigos se alejaron y despacio subieron la cuesta hasta que al castillo llegaron.

-Saludos bella Moraga, soy el gusano Tito y esta, mi amiga la hermosa mariposa Rosa.

-Y que les trae hasta aquí?

Preguntó Morgana muy intrigada.

-Soy una mariposa que no puede volar y vengo en busca de tu ayuda bella Morgana

Tito, asustado se escondió tras la mesa, pero emocionado preguntó… casi callado:

-Puedes ayudarla hermosa Morgana?

-¡Claro que puedo, que por algo soy la Reina!

Les contestó alterada.

Y mandó a sus emisarios traer dos mariposas lilas, que trabajando con Rosa le enseñaron a abrir y cerrar sus alas y después, cuando al fin vio que subían y bajaban al compás y sin deriva, se dio cuenta Rosa que podía acariciar el viento y salir volando sin temerle a la caída.

Tito, orgulloso la veía y la mariposa Rosa desde lejos le decía: ¡Gracias amigo mío por haberme enseñado que todo, aún lo que creemos imposible, hasta en las alturas es posible!

Juntos los amigos, uno arriba y otro abajo, a sus tierras regresaron y cada uno volvió a su vida, dejando de lado lo vivido, pero nunca la amistad lograda.

Y entre tanta melodía,


tanta corriente murmura,


que es todo el aire frescura,


aroma, luz y armonía.

Y tiernas flores hollando,


frescas auras batiendo,


la niña sigue corriendo,


y la mariposa volando.

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