Un bosquejo de luz construyó tus ojos
y tus brazos llegaron con el viento
junto a las montañas donde vivo,
tu cuerpo, tu sexo, han sido producto
de un mar que ausente
que contemplo solamente con mis ojos
…que son los tuyos.
Sin embargo,
esa distancia que mantienes
penetró en mi piel
y cincela en cada poro
la espera del adiós.