No llores
No llores, niño mío,
todo pasa y no vuelve.
Crecerás como un árbol
a la sombra, sin fiebre.
Serás un faro enhiesto
vigilante y sonriente.
No dudes de los ojos
que te cuidan presentes.
Hay un ángel que duerme
junto a tu cama siempre.
No llores , niño mío!!
No te asustes ni tiembles
que un sol a todas luces
ha de guiar tu suerte.
Si alguna vez la lágrima
te pesara en el vientre…
no olvides que tu Padre
te besará la frente.
. ©Gloria Gayoso Rodríguez