Cerca de la Paz
La alegría vive en ese canto juvenil. Son dos dos palomas blancas que en sus rostros traen una charla de estrellas a las que da su venia esa algarabía de ternura. ¡Aleluya a mis aves que traen primores de días…
La alegría vive en ese canto juvenil. Son dos dos palomas blancas que en sus rostros traen una charla de estrellas a las que da su venia esa algarabía de ternura. ¡Aleluya a mis aves que traen primores de días…
Si yo… -guijarro en el calzado de la humanidad- urgiese a mis ojos y mi garganta, y apurase a los hombres hasta encontrar los colores que hoy parecen perdidos, recuperaríamos a pesar del infinito el color de la paz.